En esta ocasión, el país invitado de honor fue India, con sus sorprendentes y numerosas manifestaciones culturales y el despliegue de su variada producción editorial.
Jornadas profesionales, presentaciones de novedades y múltiples reuniones hicieron de nuestros días un ir y venir vertiginoso y apasionante, en los que como es costumbre, nos quedamos con la sensación de que había mucho más por hacer, pero igualmente felices por el esfuerzo desplegado.
Una mención especial merece la delegación de representantes del mundo gráfico, constituida por un grupo de destacados ilustradores con quienes tuvimos el gusto de compartir.
Y como resulta imposible visitar México y no gozar de su oferta cultural y gastronómica, aprovechamos de visitar el teatro Degollados para disfrutar de la Orquesta Sinfónica de Guadalajara, que nos deleitó con un bello repertorio, para luego degustar algunas de las exquisiteces locales.
En resumen, otra maravillosa feria que nos ha dejado llenas de entusiasmo y tareas por abordar.
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